One of life’s quiet excitements is to stand somewhat apart from yourself
and watch yourself softly become the author of something beautiful, even if it is only a floating ash.
Norman MacLean.
Para algunos, es sólo un juego y no debe ser tomado en serio. Para otros, es un nuevo mundo donde todo es posible. Hay quienes lo perciben como un medio de hacer negocios y encontrar clientes potenciales. Ciertas personas descubren que es un recurso extraordinario para expresar su visión estética y darle rienda suelta a su creatividad. Abundan los que son seducidos por el espíritu aventurero de la exploración y la libertad que permite el anonimato para romper las cadenas de sus inhibiciones. Independientemente de lo que está en mente al momento de conectarse, tarde o temprano plantea significativas preguntas acerca de nuestra percepción de la realidad.
Al principio, eres impelido por la curiosidad. Quizá leíste u oíste algo al respecto e, intrigado por lo desconocido, descargas el software. Una vez que has seleccionado alguno de los avatares que se ofrecen por defecto y un nombre completo, nace un nuevo ser. Ya eres el creador de alguien, una extensión de ti mismo, una nueva versión de tu individualidad, un alter ego. Se trata de una máscara que pronto será casi una segunda piel. Es probable que la esencia de la nueva identidad tendrá en abundancia todo cuanto careces en la anterior y poco o nada de aquello de que puedes prescindir. De algún modo u otro, el nuevo ser es un reflejo de ti mismo, puesto que nuestros deseos y vacíos nos definen también.
Tarde o temprano tomas conciencia de que has realizado la inusitada hazaña de dar a luz a ti mismo. Aún más, llegado el momento, una vez que el ser ha sufrido la metamorfosis de su evolución y toma la forma de su ser definitivo, y una vez que el tiempo y la experiencia definen sus hábitos y su lugar en el nuevo mundo, entonces el autor y la obra de arte son uno y el mismo.
Sea que estemos o no conscientes de dicha ósmosis, las implicaciones de ser el títere y el titiritero a un tiempo es cualquier cosa menos insignificante. Y como si la capacidad de vivir en tercera persona no fuese, en sí misma, lo bastante admirable, en SL podemos hacer mucho más. Somos el actor al tiempo que nos sentamos cómodamente en nuestra butaca, entre el público, y somos testigos de nuestra propia obra maestra. Quienes tienen las habilidades y la paciencia de hacer construcciones virtuales y fabricar objetos en esta realidad paralela, gozan de la ventaja adicional de crear el decorado. Se trata de convertirse en otra persona para encontrar tu verdadero ser, dado el anonimato que se convierte en el parque de juegos del libre albedrío. Es un lugar mítico donde no sólo no se envejece, sino que alcanzamos una suerte de inmortalidad. El avatar es inmune a las inconveniencias de la vida real, tales como el hambre y la higiene personal. La habilidad de volar y tele transportarse es un paso más hacia la omnipresencia. La mayoría de los usuarios son atractivos por principio, pero hasta la fealdad puede ser una forma de protesta. Todo consiste en tomar parte de la génesis y jugar con nuestras criaturas como si fuesen juguetes, y este juego pseudo divino es un fin en sí mismo. Es tener la libertad de cometer el pecado original sin ser echados del paraíso. Es el intento de recobrar la tierra prometida. Es ser capaz de jugar a ser Dios sin la abrumadora responsabilidad que ello implica. Bernard Shaw tenía razón: God is in the making.
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